Mercados de divisas en la guerra comercial

Por: Raquel León de la Rosa | @RaquelLR

20 de marzo de 2019

La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha sido percibida como un fenómeno que ha eclipsado la economía mundial. Si bien a simple vista pareciera ser que esta confrontación comercial entre las dos principales economías del mundo tiene impacto únicamente en las transacciones de bienes y servicios entre estos dos actores y sus demás socios comerciales, existe un aspecto que en la mayoría de análisis sobre las consecuencias de la guerra comercial, casi no se ha tenido en cuenta: el impacto en el sector financiero. Así, resulta entonces relevante analizar el proceso de internacionalización del yuan frente a la guerra comercial para reconocer los efectos positivos y negativos dentro de la estrategia de posicionamiento chino a través de su divisa.

A lo largo de esta década se ha venido hablando de un proceso de internacionalización del yuan o guerra de divisas, en donde la moneda china ha logrado ganar terreno frente al dólar americano; inicialmente con el posicionamiento del yuan a través de la iniciativa Chiang Mai.

Posteriormente, hubo una fase de posicionamiento global ante la crisis de 2008, lo que permitió que el yuan ganara terreno fuera de China gracias a este panorama financiero. Esta fase está atravesada por dos estrategias; la primera vinculada con la creación de bancos de desarrollo como el Nuevo Banco de Desarrollo, el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura y el Banco de Desarrollo Inter-Organización de Cooperación Shanghái; y la segunda, su inclusión como divisa de reserva dentro del Fondo Monetario Internacional en 2015. Lo anterior, establecido bajo la visión de “integrar a la economía china dentro del sistema financiero global” (Lagarde citada en Park, 2016).

Pudong (Shanghai) Fuente: Wikicommons

En la praxis, la internacionalización de esta moneda se puede identificar a través de varios frentes como divisa de financiamiento comercial, pagos vía SWIFT, mercado de bonos, divisa de reserva y transacciones digitales vía Alipay. Por lo tanto, el liderazgo chino dentro del comercio internacional y la importancia de sus paraestatales, en el sector energético y financiero, han permitido que al momento de sus transacciones se sientan más cómodas con el uso del yuan, logrando que esta divisa se posicione en varios países a través de los distintos frentes mencionados.

No obstante, previo a la guerra comercial, podemos identificar dos precedentes importantes que permitieron en cierta medida la internacionalización del yuan. Por una parte el mercado de bonos “Dim Sum”, entendido como bonos denominados en yuanes emitidos en Hong Kong, y, además, la iniciativa OBOR, como nuevo motor institucional de todos los corredores como moneda comercial y financiera en todos los proyectos de la iniciativa; lo que ha arrojado como resultado la colocación del yuan en 142 países (International Monetary Institute, 2013).

No obstante, a pesar del avance que tuvo el yuan durante los últimos años, la guerra comercial ha generado un panorama abierto al debate sobre la fortaleza del yuan, como una divisa de contrapeso al dólar americano. Esto principalmente por la depreciación de la divisa china frente a la estadounidense en 2018, pues en octubre de ese año cayó en su punto más bajo, en un 9%, desde 2008 (Bloomberg, 2018).

«A pesar del avance que tuvo el yuan durante los últimos años, la guerra comercial ha generado un panorama abierto al debate sobre la fortaleza del yuan, como una divisa de contrapeso al dólar americano «

Esta situación comenzó a crear una especulación sobre la salida de capitales y la desaceleración de la economía china, situación que se confirmó en enero de 2019. Cabe destacar que este escenario es producto de una serie de medidas dentro de la política económica estadounidense a través de los recortes de impuestos y el aumento las tasas de interés de la Reserva Federal.

Por lo tanto, de 2018 a la actualidad, la política económica china se ha venido construyendo de manera reaccionaria a las decisiones del gobierno de Donald Trump, en donde más allá del reclamo ante la relación deficitaria y los aranceles agrícolas, se encuentra implícita la queja sobre la manipulación del yuan como moneda débil a propósito del uso de la devaluación estratégica por parte de China. En este caso, el punto de quiebre hacia una nueva fase de la guerra comercial sería que el yuan rebasara la línea 7×1 en su tipo de cambio. Ante esto, el gobierno de Beijing ha comenzado a reaccionar a manera de no desacelerar su economía, ya que, ante las demandas estadounidenses para lograr una tregua dentro de la guerra comercial, el camino de la devaluación no es permitido.

Ante este contexto determinado por las reuniones entre los dos gobiernos y la plenaria anual de la Asamblea Popular Nacional de China, se han realizado una serie de declaraciones con respecto a este punto. Al inicio de la reunión plenaria se dio a conocer el informe de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma en la que se asentó que China «continuará mejorando el mecanismo de formación del tipo de cambio, incrementara la flexibilidad del tipo de cambio del yuan, reforzara las regulaciones sobre los flujos de capital transfronterizos y mantuviera el tipo de cambio del yuan básicamente estable a niveles razonables» (Reuters, 2019).

Banco del Popular de China Fuente: Wikicommons

Este anuncio de incremento de flexibilidad sería un momento clave con respecto a la adaptabilidad que ha tenido el yuan dentro del mercado de divisas, ya que en 2005 fue la última vez que se llevó a cabo un cambio drástico sobre forma en cómo fluctuaba esta divisa. Ante esto, la decisión de Beijing continuará siendo la apuesta hacia la inversión y el fomento de la PYME china para contrarrestar la desaceleración económica y los efectos de la guerra comercial.

Por lo tanto, el eje hacia el posicionamiento del yuan continuará siendo la iniciativa OBOR, como directriz institucional legitimada dentro y fuera de China. Esto significa que sin importar que la reunión final entre Xi y Trump se esté postergando, China cuenta con un mecanismo alterno para buscar el crecimiento requerido y continuar con la internacionalización del yuan a través de préstamos. No obstante, existen elementos a seguir de cerca para poder identificar el impacto a nivel financiero. Primero, el comportamiento de la inflación en Estados Unidos, que el pasado 12 de marzo incrementó después de cuatro meses sin cambios (Forbes, 2019).

Segundo, el comportamiento del mercado de metales, principalmente con respecto al comportamiento chino, ya que un decremento en su precio podría estar vinculado a la desaceleración china, pues este país es el principal consumidor. A manera de conclusión, el futuro de esta guerra comercial y las divisas está en manos de los gobiernos de cada uno de estos países, en donde se verá qué estrategia es el menos vulnerable, ¿el dólar americano de libre fluctuación con políticas proteccionistas o el yuan controlado por el gobierno con políticas de ajuste económico?

Referencias

Bloomberg. (2018). Don’t Bet on China’s Yuan Falling Past 7 This Year, Survey Shows. Recuperado de: https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-10-15/don-t-bet-on-china-s-yuan-falling-past-7-soon-survey-shows

International Monetary Institute. (2013). The Internationalization of the Reminbi. Nueva York: Routledge.

Forbes. (2019). Peso gana por declive de dólar tras datos de inflación de EU. Recuperada de: https://www.forbes.com.mx/inflacion-en-eu-registra-su-primera-alza-en-cuatro-meses/

Park, H. S. (2016). China’s RMB Internationalization Strategy: Its Rationales, State of Play, Prospects and Implications. Recuperado de: https://www.hks.harvard.edu/sites/default/files/centers/mrcbg/files/park_final.pdf

Reuters. (2019). China bajará impuestos y fomentará el crédito para combatir la desaceleración económica. Recuperado de: https://lta.reuters.com/articulo/idLTAKCN1QM0WA-OUSLT


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